
Elder tiene un gran corazón y ama muchas cosas, principalmente a su familia, sus amigos, el increíble Hulk y a los Yankees de Nueva York. Usualmente este niño de ocho años está en su habitación del hospital haciendo bromas y riendo durante sus sesiones de terapia o poniéndose una playera de los Yankees mientras baila reguetón con sus papás. Le apodan “Elder Flow” por su energía vibrante y su entusiasmo por la vida; una muy buena descripción para un niño que es capaz de enfrentar cualquier obstáculo en su camino.
Nacido en República Dominicana, Elder era un niño sano y activo hasta que hace dos años empezó a sufrir dolores de cabeza cada vez más intensos. Al examinarlo, le diagnosticaron hidrocefalia, una acumulación de líquido en el cerebro, causada por un tumor. Para aliviar la presión, le drenaron el exceso de líquido cerebroespinal y Elder pudo regresar a la escuela y a sus actividades.
El año pasado, la familia de Elder viajó a Nueva York para visitar a sus familiares y para que Elder conociera la nieve y pudiera ver un partido de los Yankees por primera vez, pero nunca pudieron llegar al estadio.
A Elder lo tuvieron que trasladar de emergencia a un hospital en Manhattan porque empezó con dolores severos de cabeza y vómito. Lo tuvieron que operar del tumor cerebral y hubo complicaciones significativas, incluyendo una hemorragia y dos paros cardiácos.
“Después, él era un niño diferente; intubado, con muchos medicamentos y con una sonda de gastrostomía. Hasta le tuvieron que quitar parte del cráneo para tratar de ayudarle,” dijo Glenys, la madre de Elder.
Cada cirugía era otra sorpresa.”
El equipo médico de Elder recomendó rehabilitación intensiva para tratar la parálisis del lado derecho de su cuerpo, su pérdida de visión, del habla y de poder comer y caminar. La familia eligió el Hospital para Niños Blythedale para su hijo. Ingresó al hospital en mayo del 2019 al Programa Multidisciplinario para Tratamiento de Lesión Cerebral, la única unidad pediátrica para el tratamieto de lesiones cerebrales post-agudas en el estado de Nueva York.
“Cuando llegamos, no podía hacer nada; estaba en estado semi-vegetativo,” dijo Glenys.
Poco a poco y mes con mes, fuimos viendo su recuperación por su gran esfuerzo, pero ha sido un proceso muy difícil.”
A Elder lo dieron de alta por un período corto durante el verano para ir a un hospital en Manhattan, donde recibió tratamiento adicional para su tumor cerebral, incluyendo radiación. En agosto reingresó a Blythedale para seguir con sus terapias de habla, ocupacional, física y acuática.
“Él empezó a hablar, a tener una conversación, a masticar y tragar su comida y hasta a moverse y caminar. Nosotros no esperábamos eso de él,” dijo la mamá de Elder.
Estamos muy contentos con el progreso de Elder y los servicios de Blythedale.”
Uno de los servicios que la familia utilizaba frecuentemente era el servicio de traducción gratuito las 24 horas del día, 7 días a la semana en cualquier parte del hospital. Cuando Elder y sus padres llegaron a Blythedale solamente hablaban español, así que comunicarse con los médicos y el personal era un reto.
“No hay nada más trágico que tener a un bebé, hijo o hija enfermo y no poderte comunicar,” dijo Monica Cerwinka, voluntaria e intérprete médico certificada a nivel nacional.
He podido ayudar a la familia de Elder desde que llegaron a Blythedale porque yo sé que están en un país que no es el suyo.”
Esta apertura a conectarse ha sido el catalizador de un vínculo personal formado entre Monica y los padres de Elder.
“Tenemos una muy buena relación con ella porque a ella le importa mucho la situación de Elder y nos hace sentir cómodos con un proceso de atención medica confidencial,” dijo Glenys.
La pasión de Monica para ayudar a otros en el campo de la salud empezó hace muchos años.
Ella nació y creció en México, de familia alemana ella se crió con ambas culturas y aprendió tres idiomas (español, alemán e inglés). Durante su juventud, Monica aprovechó esta habilidad y se ofreció como voluntaria para traducir consultas de médicos estadounidenses y alemanes en áreas remotas de México. Ella después se graduó como Licenciada en Administración de Empresas y trabajó entrenando doctores para el uso de equipo médico, además de convertirse en paramédico y ser voluntaria en un hospital para niños en México.
Cuando Monica encontró su camino a Blythedale el año pasado, ella ya contaba con una gran experiencia y conocimiento en traducir español, además de apoyar a pacientes, padres y personal médico.
“Aprendí cómo comportarme en el ambiente hospitalario, a ser objetiva y no dejar que mis emociones se involucren demasiado,” dijo Monica.
Todo se combinó, así que yo tenía mucho que ofrecer cuando llegué aquí.”
Monica comenzó a trabajar desde el primer momento que entró por la puerta. Ella identificó la necesidad de tener un intérprete médico certificado que podría llenar el vacío que existía entre las familias de habla hispana y el personal médico.
Blythedale investigó, apoyó y facilitó la solicitud de romper esta barrera de comunicación. Para lograrlo, Monica se ofreció a tomar el examen para la certificación como intérprete médico, reconocida por la Comisión Conjuta. El examen consiste en responder a varias situaciones de hospital, desde saludos informales hasta emergencias, cada una evaluando diferentes niveles de manejo del idioma. Ella aprobó y se convirtió en la primera persona con esta función en Blythedale.
“Después de recibir mi certificado, estaba lista y ansiosa por empezar porque sabía que podía lograr mucho,”dijo Monica.
Esto es mucho más que sólo traducir. Es saber escuchar, saber apoyar y ayudar a las familias que hablan español para hacerlas sentir parte de la comunidad en situaciones muy difíciles.”
Este toque personal se ha convertido en una pieza fundamental para poder realmente ayudar a los pacientes y a los padres a entender más acerca de su proceso médico.
“Hemos descubierto con Monica que con su presencia física mejora la manera de comunicarse de los pacientes y sus familias que hablan español,” Susan Murray, LCSW, Vice Presidenta Blythedale, Atención al Paciente/Familias, Coordinación de Cuidados y Participación Clínica. “Se sienten cómodos con ella y le tienen confianza, entonces comparten más información con ella acerca de sus preocupaciones, inquietudes y preguntas que con alguien que no sea conocido para ellos.
Monica ha mejorado nuestra habilidad de ofrecerle a estas familias un cuidado excepcional.”
Monica no solamente ha podido construir relaciones con los padres, sino que también con los médicos y el personal. Ella traduce en juntas interdisciplinarias, sesiones de terapia y para muchos del personal médico y padres de familia.
Muchas veces ella simplemente actúa como un apoyo emocional cuando las situaciones son demasiado difíciles. “La falta de comunicación no sólo es frustrante para las familias, sino también para el personal médico porque es importante que se aseguren de que las familias están conscientes de lo que está sucediendo con sus hijos,” dijo Monica.
En ocasiones cuando Monica no está disponible, hay tabletas portátiles ubicadas por todo el hospital para traducir cualquier idioma. Se pueden mover fácilmente a los cuartos de los pacientes, a una junta o a una sesión de terapia para permitir al intérprete volverse parte virtual de la interacción.
Mientras Elder continúa esforzándose para volver a aprender a lanzar o pegarle a una pelota de beisbol, patear una pelota de futbol o subir y bajar escaleras, sus papás pueden estar tanquilos sabiendo que las necesidades y gustos de su hijo las estamos entendiendo y cumpliendo.
“Nosotros sabemos que su recuperación médica será larga, pero queremos que sea lo más normal posible,”dijo la madre de Elder.
Lo último que puedes hacer es perder la esperanza.”
“Estos niños enfrentan circunstancias muy difíciles, pero Blythedale es un lugar muy especial, muy familiar,” dijo Monica. “Todos aquí trabajan juntos hacia un objetivo-que el niño/a eventualmente se vaya a casa.”